Pablo Melchor es una persona de esas que inspiran de verdad. Tuve el lujazo de entrevistarle en el episodio 6 de Creciendo, dentro del podcast de Product Hackers, y de esa charla salieron muchas cosas. Incluyendo muchas charlas interesantes con Montse en casa, sobre propósito, como alinearlo con nuestros emprendimientos y muchas otras cosas.
Creo que lo que está haciendo Pablo es digno de ser contado y por eso le pedí que se pasara por SobreCrecer a hacernos “levantar la vista”.
Hoy crecemos con Pablo Melchor, cofundador de Ayuda Efectiva.
Hora de levantar la vista
Se acerca el final de año y llega la hora de levantar la vista y mirar las cosas con perspectiva. Puede que empieces a plantearte nuevos propósitos o que, como recomienda Corti, hagas una buena poda anual. Sea como sea, es útil parar cada cierto tiempo para, sobre todo, reflexionar sobre cómo estás viviendo tu vida.
Es muy habitual pensar en objetivos y resultados, pero seguro que ya te has dado cuenta de que la pregunta esencial es a qué narices estás dedicando tu tiempo. Si quieres conseguir algo, ya sea estar más en forma, ver más a los amigos o leer más, o bloqueas el tiempo para hacerlo realidad o no va a ocurrir.
Si ya lo estás haciendo, ¡bien por ti! Sin embargo, hay una parte de levantar la vista que posiblemente tengas bastante descuidada: ¿te has parado a analizar qué lugar ocupas en el mundo y si, tal vez, deberías hacer más por la gente menos afortunada que tú?
¿Eres consciente de la suerte que tienes solo por haber nacido en un país rico como España? ¿Valoras que, al abrir el grifo, sale agua que puedes beber sin miedo a enfermar? ¿Que al pulsar el interruptor se enciende siempre la luz? ¿Que, cuando sales a la calle, de alguna forma se ha recogido la basura?
Son solo unos pocos ejemplos de todo lo que no tendrías si hubieras nacido unos miles de kilómetros al sur, en alguna de las regiones del África subsahariana en las que millones de personas viven en pobreza extrema. Sobreviven con el equivalente a 50 euros al mes (a paridad de poder adquisitivo). ¿Sabías que, si tienes unos ingresos netos de 23.300 € (el salario medio en España) estás en el “top 5%” de las personas con mayores ingresos del mundo? Haz la prueba con tus ingresos.
Una primera conclusión es que tenemos mucho por lo que estar agradecidos. Pero quedarnos ahí sería bastante triste: yo, por lo menos, quiero hacer algo al respecto. Está muy bien preguntarte a qué dedicas tu tiempo y hacer cambios para cuidar lo más importante. Sin embargo, hay una pregunta adicional a la que muy pocos prestamos atención: ¿a qué estás dedicando tu dinero? ¿Reservas un porcentaje de tus ingresos para ayudar a gente a la que no le ha tocado la lotería del nacimiento? Si no lo haces, ¿deberías hacerlo?
Volviendo a la idea de levantar la vista, sería un gran error plantear la ayuda a los demás como un sacrificio. Creo que debería ser una parte esencial de quienes somos y cómo vivimos, Y estoy convencido de que, si decides dedicar una parte de tus recursos a ayudar a los demás, no te arrepentirás.
Cabeza y corazón
Al hablar de ayudar a los demás, tendemos a pensar que la clave es el corazón: pensamos en la ayuda como el espacio para las emociones y la conexión con otros. Sin embargo, ese planteamiento esconde una trampa insidiosa. Los datos nos dicen que las mejores formas de ayudar son cientos de veces más efectivas: con una misma cantidad de dinero, tu impacto cambia radicalmente según cómo decidas ayudar. No te conformes con «hacer algo»: asegúrate de hacer algo efectivo.
No puedo dejar de mencionar el escepticismo: por supuesto, hace falta «que el dinero llegue». Pero eso no basta: hace falta que llegue, que obtenga resultados y que lo haga a bajo coste, exactamente igual que en nuestro trabajo.
Suena bien, pero ¿cómo se puede ayudar con cabeza además de corazón? Por suerte, estamos en el mejor momento de la historia para ello: existen evaluadores independientes como GiveWell que dedican decenas de miles de horas de investigación cada año a identificar los programas humanitarios más coste-efectivos.
En Ayuda Efectiva nos basamos en la investigación de esos evaluadores para destinar las donaciones a los programas que salvan más vidas o ayudan más por euro donado.
Paso la batuta a Corti para que os cuente más cosas en sus propias palabras 🙂.
Pablo Melchor, 12 de diciembre de 2024.
Espero que esta reflexión de Pablo Melchor te haya hecho levantar la vista y mirar más allá.
Cuando se pasó por nuestro podcast, nos inspiró a crear el equipo de donación de Product Hackers, al que seguimos contribuyendo mes a mes. Gracias a esto, a día de hoy ya hemos ayudado a más de 400 personas.
Si te ha gustado esta newsletter y te gustaría cerrar el año haciendo algo bonito y efectivo por la gente más necesitada, te animo a unirte al equipo donando con nosotros. Por cierto, las donaciones se benefician de una deducción fiscal muy potente: te ahorras en impuestos el 80% de los primeros 250 € y el 40% de los importes adicionales.
Hace unas semanas, Pablo me contaba otra novedad de Ayuda Efectiva que me parece muy interesante. El Sello Ayuda Efectiva, una forma de generar impacto social desde las empresas, sea cual sea tu negocio. Te invito a que le eches un ojo y te plantees cómo lograr un gran impacto social con tu empresa.
¡Un abrazo y hasta la próxima semana!