

Discover more from Sobre Crecer
Hace unos meses pude entrevistar a un crack de los negocios digitales y buen amigo. Iván Navas, cofundador y CEO de Doofinder, un SaaS español que ha crecido (y sigue creciendo) sin inversión a toda velocidad.
Hablando con Iván salía un tema que ha resonado en mi cabeza durante los últimos meses: “preservar y privilegiar la unidad”. Aquí te dejo el momento exacto:
Iván hablaba de su relación con su socio en Doofinder, pero es un tema que aplica a cualquier relación importante que tengamos en nuestra vida. Ya bien sean nuestros socios, pareja, o personas importantes en nuestra vida.
Y puede parecer que proteger una relación es algo sencillo, pero nada más lejos de la realidad.
En mi experiencia, tratando de proteger relaciones de formas inadecuadas, lo que generas son más problemas que beneficios. Pero encima te autoengañas y autolimitas a no poder mejorar.
Creo firmemente que es mejor viajar bien acompañado en todas las facetas de tu vida. Por eso me parece tan relevante este tema.
Proteger la relación no es sobreproteger a la otra parte
Muchas veces abordamos la protección de una relación desde una perspectiva paternalista. Tratamos de evitar conflicto o bien de contentar a la otra parte dándole lo que creemos que quiere o evitando aquellas cosas que le disgustan.
Sentimos que ponemos mucho de nuestra parte para preservar esa relación pero… quizás la otra parte no sienta lo mismo.
No abordamos la relación como una relación adulta, si no de una forma infantilizada, dejando que los problemas de fondo crezcan a sus anchas hasta que cojan una dimensión imparable.
Este enfoque sobreprotector tiene un efecto secundario muy pernicioso, que es el de tender a acumular mierda hasta que explota. Y cuando explota, sale con muchísima fuerza en todas direcciones. Con mucha más fuerza de la que nunca debería golpear.
Proteger la relación también es protegerse a uno mismo
Una parte importante de proteger la relación es protegerse a uno mismo.
Para hablar de esto me encanta usar este simil. Cuando viajas en avión, en relación a las mascarillas de oxígeno para usarse en caso de emergencia, siempre te dicen que en caso de emergencia primero has de colocártela tu mismo y posteriormente a tus hijos o niños con los que viajes.
La primera vez que lo escuchas resulta anti-intuitivo, porque quieres salvar a los más pequeños. Pero luego entiendes que para poderles ayudar en todo lo que pueda pasar en caso de accidente, tu también tienes que ser capaz de sobrevivir a la situación.
Con las relaciones es lo mismo. Si tu no estás bien, lo acabarás pagando de alguna u otra forma y la relación acabará sintiéndose resentida.
Para protegerse a ti mismo y así poder proteger a la relación, podemos tener en cuenta varios ángulos:
Perdonarse a uno mismo. Aprender de los errores que cometemos y de los errores gestionando la relación. Pero dejarlos atrás y no atormentarnos. evitar que nos impidan avanzar y que generen heridas incurables.
Dejar claros tus límites, las cosas que te molestan y ser muy asertivos al respecto. Muchas veces las relaciones se ven dañadas por pequeños detalles molestos que van haciendo mella un día tras otro no dejando que la relación asiente adecuadamente. Pueden parecer tonterías, pero si para ti son importantes, como poco, hay que ponerlos encima de la mesa. Por ejemplo, para mi es muy importante el respeto a la otra persona, incluyendo el respeto al tiempo (que afecta a la puntualidad cuando quedas, por ejemplo) y sus preferencias personales. Me resulta imposible mantener una relación sana con una persona que siempre llega tarde a nuestras reuniones/citas/quedadas.
Exponer tus necesidades. Sin rodeos, de forma directa. Cada uno tenemos una vida, personalidades y necesidades distintas. Por ejemplo, suelo necesitar tener un espacio diario para hacer deporte y estar solo y reflexionando. Desde que soy consciente de ello, lo expongo y lo protejo porque tenerlo me hace mejor marido y mejor padre.
Alinear intereses. Esto ayuda a todas las partes de la relación. Y, evidentemente, también a uno mismo. Dejar claros tus intereses en esa relación y tratar de alienarnos, o entender si no hay alineamiento para tomar las decisiones adecuadas, es imprescindible para poder desarrollar una relación sana. En relaciones de socios esto es muy importante porque, por ejemplo, si tu estás creando una empresa para venderla en el corto plazo y otro de los socios lo que busca es un sueldo para toda la vida, se van a generar problemas seguro.
Protegiendo y cultivando la relación
Una buena relación no tiene por qué estar sustentada por una gran amistad. Quizás ayude, en otras ocasiones también puede generar otros problemas.
En mi experiencia, las mejores relaciones de socios las he tenido con gente donde primero he tenido relación profesional y luego personal. Cuando ha sido al revés, no ha terminado de cuajar.
Sea como sea, proteger y cultivar una relación no depende de la amistad, pero hay cosas que podemos hacer. Algunas que a mi me sirven, o que intento hacer para trabajar mis relaciones:
Cumplir para la otra parte lo que intento preservar para mi: respetar su tiempo, sus intereses, entender sus límites, entender sus necesidades y asegurar que se cumplan… Esto es algo fundamental para cualquier relación.
La parte de respeto también incluye, de forma super relevante, el no minar su autoridad y respetar sus decisiones. Esto aplica a la empresa, donde si tu socio dice algo, no deberías decir al equipo lo contrario o al menos no sin discutirlo antes con tus socios. Y también aplica a la pareja y vuestra relación con hijos y otras personas cercanas (abuelos, etc.).
Si existe alguna discrepancia, hablarla de forma directa pero empática. No buscando la confrontación (a mi esto me cuesta a veces, que soy un poco miura con algunas temas 😅) si no el aclarar puntos. No dejarlo pasar porque luego la mierda huele peor.
Admirar todos los aspectos positivos que tienen. Resulta fácil que en un encabrone o alguna discusión, nos quedemos con lo malo. Por eso parte del trabajo de mantener las relaciones es estar continuamente focalizándonos en los aspectos positivos, en admirar aquello que los demás hacen bien o donde brillan. Esto te cambia la perspectiva y te permite afrontar las situaciones complicadas de forma más fácil.
Interesarte por lo que les interesa. Esto no quiere decir compartir intereses, pero si entender qué les interesa de forma más visceral y, mantener un interés mínimo. Preguntar cuando hacen algo relevante para ellos, y preguntar de forma empática, tratando de poder compartir parte de esos momentos.
Esto incluye interesarte por los suyos: sus parejas, hijos, relaciones importantes… Parece obvio pero lo obvio nunca está de más recordarlo 😅
Potenciar puntos en común a nivel de intereses. Todos estos puntos en común son pequeños puntos de pegamento que ayudan a forjar todavía mejor las relaciones, tener conversaciones que no son únicamente de un tipo y hacer que todo sea un poco más divertido.
Buscar buenos momentos compartidos. Ya bien sea con tu pareja o con tus socios, ir a comer a un sitio bueno, un pequeño viaje o escapada, un buen momento compartido… esos buenos momentos forjan relaciones.
Aprovechar cualquier excusa para tener un punto de contacto si hace tiempo que no hablas con esa persona. Por ejemplo, a mi me flipa que mi ex-socio (y bro-for-life) Frankie, Lu (ex-CTO de BrainSINS y ahora en Product Hackers conmigo) y yo volvamos a charlar cada poco tiempo con la excusa de las tertulias de IA que hacemos en el podcast. Compartir momentos con cualquier excusa siempre es algo que llena el alma.
Y seguro que me dejo muchas cosas interesantes que se pueden hacer para preservar la unidad de una relación de socios o de pareja. Te leo en comentarios que seguro que tengo mucho que aprender de tu experiencia y aprendizajes al respecto 😄.
Mis otras cosas
🎙️ En el podcast de Growth hablamos con Jorge Jiménez, Head of Growth de Fintonic sobre cómo explotan sus más de 3 millones de usuarios registrados para hacer crecer el negocio.
Estoy aprendiendo cosas de
📚 Retomo lecturas de Sanderson, que siempre me envuelve con sus historias. En “Yumi y el pintor de pesadillas”, Sanderson mezcla magia, pesadillas, viajes entre mundos… una mezcla super sabrosa y disfrutona.
Mis libros y canales
En “PsychoGrowth I: Hackeando el cerebro de tus compradores” profundizo en cómo podemos usar los sesgos cognitivos y el funcionamiento del cerebro de nuestros usuarios para afectar a su toma de decisión.
En “Futuros Posibles” recopilo los mejores relatos de ciencia ficción que abordan cómo la ciencia y la tecnología van a moldear nuestra sociedad.
En Instagram y Tiktok voy a ir compartiendo videos relacionados con Sobre Crecer.
Preservando la unidad
Buscar y hacer por encontrar momentos de calidad. Clave!! 👏🏻👏🏻👏🏻
Magistral 👏
Gestionar una relación significa gestionar algo separado de tú y yo, con vida propia.