En mi caso he tenido suerte. Muchísima suerte.
Porque hasta hace relativamente poco no entendía el poder de esta palanca. No me daba cuenta de su vital importancia.
Sin embargo, por decisiones de otra índole, y en mucha medida, por gran suerte, he acabado en una posición muy buena con respecto a esta palanca de crecimiento.
El problema es que es una palanca oculta a la vista de todos. Algo en lo que parece que tenemos poca decisión aunque la tenemos toda. Una vía de crecimiento infinito a la que, muchas veces, renunciamos por no querer ver que podemos elegir. Por sucumbir a lo fácil que es quedarse con lo que “a uno le ha tocado”.
Nuestros pensamientos, nuestras pasiones… todo es aprendido
Esta es la clave de las tribus, de los hinchas de equipos de fútbol o cualquier deporte, de nuestras perspectivas políticas… Por mucho que nos creamos dueños de nuestros pensamientos, la realidad es que nuestra forma de pensar es una mezcla de un montón de pensamientos de gente con la que interactuamos mucho, de la que leemos mucho o de lo que hemos mamado toda la vida.
Por esto en Madrid hay más seguidores del Real Madrid, del Atlético de Madrid o del Rayo y en Barcelona los hay del Barça o del Español. Idolatras a los equipos a los que te han enseñado a idolatrar.
Lo queramos o no, la mayoría de los chavales que se han criado en hogares de derechas son de derechas y los que se han criado en hogares de izquierdas son de izquierdas. Y cuando no es así, es por pura rebeldía adolescente, no por una capacidad cognitiva superior ni cualquiera de esas sandeces.
He llevado durante +15 años camisetas negras de grupos de heavy metal porque Andrés, mi compi de ruta del cole, me descubrió el power metal alemán. Y me dejó muy claro que cualquier otra música que sonara en la ruta, era “pura mierda comercial”. Gracias a eso, no me permití disfrutar de los Héroes del Silencio, que por aquel entonces eran uno de los grandes éxitos en la radio y que no redescubriría hasta unos buenos años después, donde mi nivel de gilipollez mental adolescente empezó a rebajar lo suficiente como para poder disfrutar el Avalancha como se merece.
“Somos el promedio de las 5 personas que nos rodean” (Jim Rohn)
Quiénes nos rodean, con quiénes dedicamos más tiempo, nuestro círculo más cercano son aquellos a los que dejamos más influencia en nuestra forma de pensar y ver el mundo.
Por el mero hecho de pasar mucho tiempo con una serie de personas, les estamos dando acceso directo a que modifiquen nuestras conexiones interiores.
Nuestro contexto influye en casi todo lo que hacemos. Y las personas que más cerca tenemos, con las que más interactuamos, sean 5, 9 o 3, son las que van a moldear nuestra forma de ver el mundo, de actuar, de pensar e incluso van a catalizar nuestro potencial futuro.
Júntate con 5 personas que están creando cosas y crearás cosas. Júntate con 5 deportistas y harás deporte. Júntate con 5 personas que solo quieren estar todo el día bebiendo y de fiesta y es lo que harás.
No podemos elegir las personas que más nos influyen
Sin duda alguna, las personas que más nos influyen son nuestros padres. Son quiénes nos transmiten rasgos genéticos y también nos acompañan en nuestra formación como personas. Para bien y para mal.
Probablemente los padres sean (bueno, seamos), la gran palanca de crecimiento para la vida de una persona. Todo lo que trabajemos su confianza, autoestima, capacidad de enfrentarse al mundo, gestión de la frustración y la incertidumbre… redundará en una persona con super-poderes para enfrentarse a muchas situaciones de forma exitosa o bien en una persona que se viene abajo o se acojona cuando la vida le trae algún revés.
Pero esta palanca es una palanca fortuita. Nos viene dada. Podemos tener suerte, como ha sido mi caso, de dar en una familia donde han trabajado porque pudiéramos empezar unos cuantos escalones por encima de lo que tuvieron que empezar ellos. O a veces se tiene muy mala suerte y toca empezar en un pozo de mierda a todos los niveles.
Sea como sea, aquí poco podemos rascar, más allá de entender que debemos centrarnos en otras partes. Eso si, cuando llegamos a ser padres tocar entender y asimilar que somos lo que más puede favorecer o perjudicar el crecimiento de nuestros hijos a lo largo de su vida. El reto es potente.
El gran tabú de elegir a tus amigos… y tu pareja
Cuando eres pequeño tienes los amigos que tienes. Por lo general vienen de tu contexto: colegio, vecinos, familia…
No tenemos ni criterios, ni la experiencia, ni datos que nos permitan tomar otras decisiones.
Eso si, llega un punto en la vida en la que podemos elegir seguir al lado de nuestros amigos de siempre, o buscar otras personas que te puedan aportar más para establecer un círculo cercano de confianza
Está muy mal visto “abandonar” a tus amigos de siempre. Sin importar que a partir de un punto ya casi nada te una a ellos. Busquéis cosas totalmente distintas o su mirada del mundo represente la antítesis de como tu sientes la vida. Parece que si rompes lazos con tus amigos de siempre, eres un desertor.
En su día yo deserté. Deserté de la amistad con la gente con la que salía y más me relacionaba. Porque nada de lo que me contaban me interesaba. Porque no podía contar mis inquietudes de crear cosas sin sentirme incomprendido. Porque no representaban la persona que yo quería ser, si no todo lo contrario.
Con el tiempo acabé encontrando a los míos. Emprendedores, creadores, gente a la que le mueve hacer cosas. Gente con la que me siento cómodo compartiendo lo que hago, lo que quiero hacer, y también filosofando de la vida y mucho más. Porque cuando hay sintonía, cuando se alinean intereses y la forma de ver el mundo, todo fluye de forma más fácil.
La pareja es otra de estas decisiones que solemos tomar de forma muy visceral y que, en muchas ocasiones no sale bien. No en vano, entre el 55% y el 60% de los matrimonios acaban en divorcio.
La pasión embriaga nuestras decisiones, pero llega un punto donde deberíamos plantearnos si la persona con la que estamos o queremos estar, es la persona adecuada.
En mi caso no es algo que me planteara en su momento, ni mucho menos. Y he tenido suerte de dar con una persona que me ayuda a ser mejor, que me comprende y me respeta mis muchas peculiaridades, que a veces me entiende incluso mejor que yo mismo y trata de que tenga lo que necesito incluso antes de yo tener claro qué puedo necesitar en cada momento.
Pero es algo que no deberíamos dejar tanto al azar. Como poco deberíamos darle una pensada. Entender si nuestras visiones del mundo nos ayudarán a hacernos mejor el uno al otro.
De hecho, el otro día escuchaba a Pedro Herrero en Nada Que Ganar hablando del amor. Y decía algo con lo que estoy totalmente de acuerdo (y que conste que casi paro el podcast al inicio porque no me encajaba del todo algún planteamiento, pero merece muuucho la pena escucharlo hasta el final):
[…] entonces se produce el doble sí. Es el día que te quedas. El día que te quedas porque tu mujer está enferma. El día que te quedas porque tu marido es un borracho. El día que te quedas porque tenéis un hijo con síndrome de Down […] o porque renuncias a la felicidad. Ese día en el que si te vas por la puerta vas a ser más feliz. Pero te quedas y vuelves a decir que si. Y ahí no hay fiesta. Solo hay la aceptación de que has decidido que te quedas con alguien […] Cuando dices ese doble si y dices ‘me quedo’, ese es el día en el que nace el amor.
El amor viene de la decisión consciente de quedarte con alguien, cuando la pasión ya hace tiempo que se fue, y cuando lo que quedan son dos personas con sus miedos, sus complejos, sus ‘pedrás’… pero dos personas dispuestas a hacerse crecer el uno al otro y enfrentarse a lo que venga juntos, por duro que sea.
Y esa persona no es cualquier persona. Es alguien muy especial.
Elegir a los socios, que no dejan de ser parejas 😂…
No se muy bien cómo me lo monto o como lo hago, pero mis mejores amigos, las personas a las que más quiero, han sido o son (y algunos pronto serán) mis socios en algunas aventuras.
El otro día lo comentaba en Twitter, a raíz de un “recuerdo” de Google Fotos de hace 15 años, una de las personas que más me ha hecho crecer como persona a todos los niveles ha sido mi socio en BrainSINS: Frankie Carrero. También una de las personas con las que más he compartido buenos y malos momentos, sufrimiento, trabajo duro y muchos momentos dónde no hacían falta ni palabras para saber cómo estábamos.
Si no fuera por Frankie, hoy no sería ni la mitad de lo que soy hoy.
Y estoy seguro de que dentro de unos años, me daré cuenta que gran parte de lo que he crecido desde hoy hasta ese momento vendrá de la mano de mis socios en múltiples proyectos. Gente que no para de hacer cosas, que continuamente desafía mi forma de ver las cosas, con la que peloteamos mil ideas, mil maneras de superar los obstáculos que tenemos por delante, con la que poder compartir aprendizajes o bloqueos mentales, que a veces me dan un capón para que deje de ser tan gilipollas…
Para crecer, rodéate lo mejor que puedas
Sin duda alguna, para crecer lo máximo que puedas, necesitas la mejor compañía posible.
Que tu contexto, tus personas de confianza, te reten a crecer. Que te desafíen y te inspiren.
Y para conseguirlo no debemos dejarlo todo en brazos de la suerte. Podemos tomar decisiones. Debemos tomarlas.
Porque si nadie de tu entorno cercano te enseña en quién te puedes convertir, acabarás siendo tu peor versión.
Mis otras cosas
🎙️ En el podcast de Product Hackers hablamos de los marketplaces y su exponencial crecimiento con David Morales de Decathlon y Alejandro Gómez de Shoppinfeed.
💸 En el podcast de Mumbler, Pol entrevista a Mario Armenta y Daniel Peris quiénes nos cuentan cómo están escalando su newsletter de pago por encima de los 800 suscriptores.
🎙️ En la última TertulIA no he podido estar, pero Lu y Frankie nos hablan de GPT-4, nuevas integraciones de Meta con Llama 2 y ahorrando costes en Copilot.
🎙️ En Escalando Agencias hablamos con Ismael El-Qudsi, de Internet República y Social Publi.
Estoy aprendiendo cosas de
📚 Estoy leyendo “The 22 Laws of Category Design” de Category Pirates. Una interesante lectura sobre posicionamiento, cómo liderar una categoría (creándola) y mucho más.
Mis libros y canales
En “PsychoGrowth I: Hackeando el cerebro de tus compradores” profundizo en cómo podemos usar los sesgos cognitivos y el funcionamiento del cerebro de nuestros usuarios para afectar a su toma de decisión.
En “Futuros Posibles” recopilo los mejores relatos de ciencia ficción que abordan cómo la ciencia y la tecnología van a moldear nuestra sociedad.
En Instagram y Tiktok voy a ir compartiendo videos relacionados con Sobre Crecer. En Twitter lo comparto todo también.
Interesante reflexión. Según el francés René Girard, los seres humanos somos capaces de hacer una cosa mejor que cualquier otro ser vivo: aprender viendo y copiar a otros. Y la cosa más importante que aprendemos es a desear. Para Girard, pues, el deseo viene por influencia social, que es precisamente lo que comentas en tu muy claro ensayo. Felicitaciones.
A los interesados les recomiendo leer sobre la teoría mimética de Girard:
https://pequen.substack.com/p/mediacion-del-deseo-mimetico
Espectacular!!!!!!! Qué maravilla de edición, Corti 🙌🏻🙌🏻🙌🏻. Nada que añadir mi quitar 🖖