¿Y si te dijera que todo eso que te quita el sueño no importa tanto?
Nos pasamos la vida persiguiendo el reconocimiento, el éxito, los likes, el sueldo más alto, la validación del jefe, la aprobación de los padres, la reputación, los títulos, los logros.
Y mientras tanto, nos alejamos (sin darnos cuenta) de lo que sí importa: estar en paz, ser uno mismo, sentirnos plenos.
Hace poco me crucé con el libro Melasudismo de Pablo Álvarez. Más que un libro, es una bofetada amable. Una filosofía que dice algo así como: “relájate, no eres tan importante… y eso es liberador”.
Y me hizo pensar. Mucho.
La trampa invisible del “tener que”
Desde pequeños nos enseñan a cumplir. A portarnos bien. A encajar. A esforzarnos. A hacer lo correcto (aunque nadie sepa muy bien qué es).
Así crecemos con una mochila llena de “deberías”:
Deberías ser más productivo.
Deberías responder ese mail ahora.
Deberías tener ya tu vida resuelta.
Y la mochila pesa. Hasta que un día decides soltarla. No toda de golpe. Pero sí una piedra. Luego otra. Y otra más.
Y aprendes, poco a poco, a que te la sude lo que no te hace bien.
Melasudismo no es pasotismo
Aquí viene lo bonito del concepto. El melasudismo no es indiferencia, ni cinismo, ni apatía. No va de vivir sin cuidar nada.
Va de cuidar mejor.
De poner tu energía en lo que realmente te mueve. En tus hijos. En tu pareja. En tu salud. En tu arte. En tu propósito. En tus propias reglas.
Y que te la suden:
Los juicios de quien no se atreve a hacer lo que tú haces.
Las métricas de vanidad.
Las expectativas ajenas.
El perfeccionismo paralizante.
Como dice Pablo Álvarez: “Al universo se la sudas. Y eso es precioso, porque significa que eres libre”.
Los 9 principios del melasudismo
Al universo se la sudas.
A Jesús se la suda que vayas a misa los domingos: Enfatiza la importancia de vivir con autenticidad y amor, más allá de rituales religiosos.
Buda sonríe porque se la suda: Promueve la práctica del mindfulness y la atención plena.
Ocúpate de lo que puedas controlar y deja fluir el resto.
A la muerte se la suda cuántos ceros tienes en el banco.
Lo que no está alineado con tu propósito, te la suda.
Cuando estés a punto de palmarla, te la sudará decir no a lo que no quieres hacer.
A la gente se la suda que lo des todo mientras bailas. Flipate de la vida.
Me la sudan tus diplomas.
Para cerrar, tres ideas que me llevo del melasudismo:
No eres el centro del universo, y eso es liberador.
Tu paz vale más que tu reputación.
Aprender a que te la suden algunas cosas es un acto de amor propio.
¿Y tú? ¿Qué te gustaría que te la sudara un poco más?
Responde al mail o escríbeme por redes. Me encantaría leerte.
Abrazo fuerte,
Corti, 3 de julio de 2025
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En “Futuros Posibles” recopilo los mejores relatos de ciencia ficción que abordan cómo la ciencia y la tecnología van a moldear nuestra sociedad.
Esta recomendación no me la suda :D
Me gusta mucho esta corriente, y como fiel seguidor y practicante del estoicismo, al melasudismo le puedes añadir gratitud y virtud y tienes un cóctel que hace que vivamos más felices!