El viaje del autoconocimiento
Un viaje que comienza pero nunca acaba
El autoconocimiento es una pieza clave del crecimiento personal y también del liderazgo. Resulta imposible relacionarse de forma adecuada con los demás si no somos capaces de conectar con nuestros sentimientos, pensamientos y acciones.
Cuando no tienes autoconocimiento, te cuesta entender tus fortalezas y desafíos, y con ello te cuesta desarrollar la autoestima, cayendo en extremos de personalidad. Curiosamente tanto la autoanulación o autoestima extremadamente baja, como la egolatría pueden estar relacionadas con esta falta de autoconocimiento.
Las personas que desarrollan la habilidad del autoconocimiento son capaces de
Reconocer sus fortalezas y desafíos.
Entender y hablar de sus necesidades y sentimientos.
Reconocer las necesidades y sentimientos de otras personas.
Darse cuenta de cómo su comportamiento afecta a los demás.
Desarrollar una mentalidad de crecimiento y aprender de sus errores.
En el ámbito del liderazgo, el autoconocimiento se vuelve aún más crucial. Un líder que no se conoce a sí mismo está a merced de sus emociones, prejuicios y temores no resueltos. Esto puede llevar a decisiones erráticas o a una desconexión fuerte con su equipo.
Cuando estás en este punto de falta de autoconocimiento es fácil acabar criticando continuamente a tu equipo, generando falta de confianza, no aceptando las diferencias (que son clave para el crecimiento) y, sobre todo, tratando de microgestionar no por necesidad o aprendizaje del equipo, si no por falta de saber leer lo que está ocurriendo con una perspectiva más realista. Esto, por desgracia, es más habitual de lo que parece.
Por otro lado, un líder que se comprende y acepta su naturaleza, no solo toma mejores decisiones, sino que también inspira confianza en los demás. Este tipo de líder entiende sus puntos fuertes y sabe cómo potenciarlos, pero también reconoce sus áreas de mejora y está dispuesto a delegar o buscar ayuda cuando es necesario. También es capaz de detectar áreas de mejora en su equipo y ayudarles a superarlas con una visión constructiva.
Además, el autoconocimiento en el liderazgo fomenta la empatía, una habilidad vital para gestionar equipos. Al comprender nuestras propias emociones y necesidades, somos más capaces de entender y conectar con las emociones y necesidades de los demás. Y esto, en última instancia, fortalece las relaciones dentro del equipo, crea un ambiente de trabajo más colaborativo y facilita el éxito colectivo. O, como poco, le quita mucho drama a todo.
Cómo trabajar el autoconocimiento
El proceso de conocerse a uno mismo no es fácil ni rápido. Es más, diría que es algo que se comienza pero nunca se acaba. Eso si, es parte fundamental para el crecimiento personal y profesional. A mi me funciona:
Escuchar y participar de forma activa en mi diálogo interno: ¿Qué te dices a ti mismo cuando enfrentas un desafío? ¿Cómo te lo dices? (importante el cómo nos hablamos) Entender si tu diálogo interno te apoya o te sabotea y trabajar ese diálogo interior en consecuencia.
Buscar feedback honesto de gente en la que confío: A veces, necesitamos el espejo de los demás para ver lo que no somos capaces de notar. Esto es algo que se puede recibir de forma continuada, sobre todo si escuchas a los demás de forma honesta.
Reflexionar sobre mis emociones: ¿Qué situaciones te generan frustración o alegría? ¿Qué es lo que te da miedo? Las emociones son una brújula que nos revela más de lo que pensamos.
Establecer espacios de silencio: Para mi esto es fundamental. La introspección es clave para el autoconocimiento. Dedica tiempo regularmente a estar en silencio y meditar sobre tus pensamientos y comportamientos. Hay una tendencia a estar continuamente interactuando con los demás, lo que acalla lo que tenemos que decirnos, no nos dejamos espacio para esta conversación más interna. Tener el espacio para hablar con nosotros mismos es clave para desatar todo este trabajo de crecimiento.
Mi punto de partida para el autoconocimiento
En mi caso empecé a trabajar mucho más el autoconocimiento en un punto clave y doloroso de mi vida. Cuando tuve que cerrar BrainSINS, un proyecto de emprendimiento que me tuvo más de 10 años dándolo todo y construyendo una identidad en torno a algo que acabaría desapareciendo.
El bueno de Joseph Gelman me ha invitado recientemente a su podcasts Outliers a compartir esa historia y aprendizajes. Te invito a compartir este rato con Joseph y conmigo (aquí en Spotify, abajo en YouTube):
Corti, 24 de octubre de 2024
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