Domingo por la tarde. Típico (para los padres) paseo en el carrito después de comer a ver si el renacuajo se duerme de casualidad, porque en casa pinta más fiesta que siesta.
Mi mujer y yo bastante cansados. Después de más de un par de años sin salir, habíamos decidido salir la noche anterior. La vez de hace dos años habíamos ido a un festivalaco de música techno. Esta vez eran las fiestas del pueblo de Benicassim. Las comparaciones son odiosas, pero al menosnos sirvió para desconectar. Y, sobre todo, al día siguiente estábamos igual de reventados tras una simple verbena que después de un finde largo de festival. Lo que tienen los años…
Salimos de casa y nos ponemos andar. El peque, lejos de dormirse, se lo va pasando bomba jugando con nosotros. Poco a poco nos vamos alejando y llegamos a su playa favorita. Una playa de piedrecitas donde casi nunca hay nadie. Y es que el peque parece que sale a su padre, le gustan los sitios sin gente.
Es finales de septiembre, pero hace un tiempo maravilloso. Calor suficiente para bañarse, pero muy soportable. Playa totalmente vacía. El agua deliciosa. Pero vamos sin bañador.
El peque se desnuda y sale corriendo al agua sin pensárselo. Decidimos que ropa interior sirve de bañador. A estar alturas de la vida, ya todo vale.
Jugamos en el agua, perseguimos al peque por la playa. Nos reímos. A ratos hecho de menos el móvil que me lo he dejado en casa, pero el no poder toquetear la maldita pantalla me conecta más con el momento.
Un rato que podría haber sonado a tragedia porque una siesta del peque nos hubiera permitido descansar (y ese era el plan deseado), se convirtió en un momento tan mágico como simple, una reconexión con la simplicidad de la felicidad y un órdago a la desconexión.
En ese momento me di cuenta. El momento estaba ahí, y yo estaba presente, muy presente. Pero también era consciente de que había vivido muchos otros momentos similares. Momentos maravillosos delante mía. Momentos que no había reconocido en su momento por estar distraído en cualquier otro lado.
Y es que, la mayoría de las veces, el momento está ahí pero el que no estás eres tú.
Mis otras cosas
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Estoy aprendiendo cosas de
📚 Estoy leyendo “Dos Latidos”, una historia con la siguiente premisa: “¿Quién merece vivir cuando las máquinas deciden?”). Esta historia de Ciencia Ficción es del bueno de Pablo Renaud que ha ganado un premio humanista en el IE. Super recomendable.
Mis libros y canales
En “PsychoGrowth I: Hackeando el cerebro de tus compradores” profundizo en cómo podemos usar los sesgos cognitivos y el funcionamiento del cerebro de nuestros usuarios para afectar a su toma de decisión.
En “Futuros Posibles” recopilo los mejores relatos de ciencia ficción que abordan cómo la ciencia y la tecnología van a moldear nuestra sociedad.
En Instagram y Tiktok voy a ir compartiendo videos relacionados con Sobre Crecer. En Twitter lo comparto todo también.
Muchas gracias Corti por compartirlo! de ti siempre me ha sorprendido y he admirado la cantidad de cosas que llevas a la vez. ¿Cómo consigues estar en el presente?
Mi sobrina Teresa me devuelve a los momentos presentes, pero tengo la sensación de estar viviendo otros presentes sin ser consciente, vamos, que no los valoro, bonita reflexión de Octubre ♥️ ✍️