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El FOMO de una vida perfecta
Porque la vida perfecta no existe, pero puedes configurarla como mejor te venga
Hay el que es el padre perfecto, y es capaz de hacerlo mejor con sus hijos que tu.
Hay quién entrena de forma más consistente, echándole varias horas al día, haciendo un equilibrio perfecto entre fuerza, cardio, intensidad…
Hay el que destaca en todo a lo que se dedica, es el mago de la productividad, el que es capaz de sacar máximo provecho de cada situación, está siempre dedicando tiempo y esfuerzo a llevar a más su faceta profesional.
Y así con todas las facetas de la vida. Siempre hay alguien que es perfecto en algún rol. La pareja perfecta, el hijo perfecto, el abuelo perfecto, el nieto perfecto, el amigo perfecto…
Incluso hay quien sabe disfrutar los momentos mejor que tú. El que está siempre viajando, el que sale a hacer surf cada día que hace sol, el que no se pierde ni un festival, el que toca cada día la música que le gusta…
Desde fuera solo agarramos una pequeña parte de la vida de los demás. Los momentos más “Instagram”, la parte dulce y bonita de cada vida, y las tendemos a idealizar y descontextualizar.
Solo el que hace algo entiende a qué renuncia cuando lo hace, o por qué lo está priorizando.
El FOMO de una vida perfecta nos lleva a querer vivir una vida perfecta en cada uno de los ámbitos de nuestra vida. Y no es mal deseo, aunque si un gran generador de frustraciones si nos tomamos ese deseo muy al pie de la letra.
La vida te enseña que tus prioridades a los 20 son distintas que a los 30 y muy distintas que cuando tienes familia y peques. No tiene sentido fijarse en las decisiones de los demás, si no en las decisiones que componen tu vida y que van a impactar en cómo la vas a vivir a futuro.
Quizás si tienes capacidades muy especiales lo puedas hacer de otra forma (aunque lo dudo). Pero, si eres una persona normal, como es mi caso, tienes que elegir y priorizar. ¿Dónde quiero ser más excelente en cada momento? ¿Cuál es el mínimo que le quiero dedicar en cada momento a cada faceta de mi vida? ¿Qué estoy dispuesto a dejar de lado sin tanto problema para poder darle más cariño a lo demás?
A mi me gusta plantearlo de la siguiente forma, lo que me hace pensar y tomar decisiones que se convierten en pilares de toma de decisión a futuro:
2-3 cosas como mucho a lo que le doy máxima prioridad. Para mi son familia directa (es decir, mi mujer, mi pequeño Yago y mi madre) y trabajo, porque ambas me llenan y completan).
2-3 cosas a las que le doy prioridad media. Para mi son las cosas que quiero hacer pero a las que puedo renunciar unos días para dejar más tiempo a las prioridades absolutas cuando hacen falta. Para mi aquí entra hacer deporte (que lo necesito para mi salud mental y física) y mis hobbies (música, escribir…).
Y tenemos que tener algunas renuncias claras. Cosas que pasan a tener prioridad muy baja para ti, a las que renuncias de base, salvo que te cuadre y apetezca puntualmente. Para mi lo importante con las renuncias es aceptar en mi cabeza que he renunciado a ellas, que no son importantes para mi y por tanto no deberían consumirme muchos recursos mentales. No debería nunca sentirme mal por renunciar a ellas.
Entre otras cosas he hecho renuncias a la vida social, porque por carácter no es algo que necesite, y porque me he llevado mi vida social desde la parcela de los amigos de toda la vida a un plano más cercano al trabajo. Me resulta más gratificante sociabilizar con emprendedores y amigos del sector con el que comparto muchísimas más cosas que con otro tipo de relaciones. Antes esto me pesaba, pero desde que lo he colocado bien en mi cabeza, todo fluye mucho mejor.
Sin embargo, para ti puede que la vida social sea mucho más relevante y que tengas que priorizarla más.
Lo importante es ser capaz de valorar cada una de tus facetas, priorizarlas, rebalancearlas cada cierto y tiempo y tener claras tus prioridades para no agobiarte ni perder la cabeza cuando veas a otras personas priorizar otras parcelas de su vida, que a veces nos hace sentir que no estamos aprovechando la nuestra.
Todo el mundo renuncia a algo. Saber a qué estás renunciando, y que estás priorizando te ayuda a no sentirte absorbido por el FOMO de una vida perfecta. Que, por cierto, no existe, y seguramente eso sea lo más bonito de la vida.
Mis otras cosas
🎙️ En el podcast de Product Hackers traemos a Elena González-Blanco, cofundadora de Clibrain, la primera Inteligencia Artificial en español. Brutal episodio, una auténtica masterclass de cómo la IA lo está cambiando todo.
💸 En el podcast de Mumbler, Pol entrevista a Mario Armenta y Daniel Peris quiénes nos cuentan cómo están escalando su newsletter de pago por encima de los 800 suscriptores.
🎙️ En la última TertulIA no he podido estar, pero Lu y Frankie nos hablan de GPT-4, nuevas integraciones de Meta con Llama 2 y ahorrando costes en Copilot.
🎙️ En Escalando Agencias hablamos con Ismael El-Qudsi, de Internet República y Social Publi.
Estoy aprendiendo cosas de
📚 Estoy escuchándome en Audible el nuevo libro de Juan Gómez Jurado que se llama “Todo Vuelve”. Segunda parte de la saga de “Todo Arde” y enmarcado en el universo de “Reina Roja”. Tan recomendable como toda su obra.
Mis libros y canales
En “PsychoGrowth I: Hackeando el cerebro de tus compradores” profundizo en cómo podemos usar los sesgos cognitivos y el funcionamiento del cerebro de nuestros usuarios para afectar a su toma de decisión.
En “Futuros Posibles” recopilo los mejores relatos de ciencia ficción que abordan cómo la ciencia y la tecnología van a moldear nuestra sociedad.
En Instagram y Tiktok voy a ir compartiendo videos relacionados con Sobre Crecer. En Twitter lo comparto todo también.
El FOMO de una vida perfecta
¡Me ha gustado mucho Corti! Yo trato de seguir esa filosofía, y quizás la parte en la que más presión siento, es la parte social. Los amigos de toda la vida, que siguen haciendo lo mismo que hace 10 años, y si no les sigues el ritmo estás fuera.
Me ha encantando y comparto lo de tener claro las prioridades y renuncias. Gracias, Corti 👌🏼👌🏼