Hacer cosas duele, no lo vamos a negar. A los que nos pica el gusanito de no parar nos gusta, nos motiva, pero también nos duele.
Y lo curioso es que no duele por hacer las cosas en si mismas. A veces llevan más trabajo, a veces menos, pero incluso cuando la ejecución es algo sufrida, esa parte se disfruta. Cuesta, pero no duele.
El dolor de hacer cosas es más curioso, algo que no te esperarías.
Hacer cosas duele porque el que hace cosas se expone a las críticas y comentarios de todo el mundo. Invierte mucho tiempo y esfuerzo en hacer algo distinto y, aunque reciba muchos comentarios positivos, también va a recibir alguna crítica, algún comentario fuera de lugar, va a levantar alguna ampolla.
El que no hace cosas vive tranquilo. En este país no se castiga ni se protesta contra cuñadear sentado en el sofá o en la barra del bar sin tener nada que aportar. Todo lo contrario.
No hacer nada es el status quo, el zen de la tranquilidad. Lo que la sociedad, de forma consciente o inconsciente, aprueba y promueve.
Hacer cosas duele porque siempre te vas a encontrar a alguien al que le moleste que estés haciendo algo. Esto me lo he encontrado en todas las etapas de mi vida, en multitud de contextos distintos.
Da igual que sea trabajando, generando contenidos, organizando eventos, incluso pinchando música. Alguien se te va a quejar. A alguien no le va a gustar, o incluso vas a pillar a alguien en un día tan malo que te va a poner en una situación desagradable.
Hacer cosas es exponerse. A lo bueno y a lo malo. El problema es que lo bueno lo normalizamos muy rápido y lo malo nos trastoca profundamente.
Puedes hacer algo, recibir 100 comentarios positivos y uno solo negativo y vas a dedicar toda tu energía mental a procesar esa crítica, a digerir esa queja.
Incluso enviar esta newsletter tiene su aquel. Cada día que envío la newsletter pierdo algún suscriptor. Es el día en el que algunos se dan cuenta que no me leen, que no les importa tanto lo que digo y se dan de baja. Algo que es perfectamente normal y comprensible, yo también lo hago. Pero, como creador, te expone a que el día que das a enviar lo que llevas horas dándole vueltas y escribiendo, es el día en el que vas a recibir las malas noticias de las bajas de tus suscriptores. Luego te pasarás el resto de días de la semana creciendo. Pero cada vez que le das a enviar, sientes ese curioso dolor.
Crecer es, en gran medida, aprender a lidiar con esto. No darle la importancia justa a los comentarios negativos ni a los aspectos negativos de lo que hacemos. Significa aprender a poner en valor los comentarios y aspectos positivos y, sobre todo, no dejar que ese curioso dolor de hacer cosas nos desvíe de nuestros objetivos.
Y, por otro lado, hay que tener muy en cuenta que el que hace cosas, sea lo que sea lo que haga, es un tesoro para todos. Es la gente que genera nuevas oportunidades, que cambia nuestro mundo, que hace que todo avance.
Si estás delante de alguien que está haciendo algo con toda su pasión, no te quejes, no critiques, no dejes que tu ego lo estropee todo. Apoya a todo aquel que lo intente. Porque queremos un mundo lleno de gente intentándolo. Ya tenemos demasiados comentaristas de barra de bar.
Mis otras cosas
🎙️ En el podcast de Product Hackers hablamos con Eduardo Ortiz, cofundador de Fuell, que recientemente ha sido vendida a Factorial.
💸 En el podcast de Mumbler, Pol entrevista a Mario Armenta y Daniel Peris quiénes nos cuentan cómo están escalando su newsletter de pago por encima de los 800 suscriptores.
🎙️ En la última TertulIA repasamos el giro de 360º que hemos vivido esta semana en la dirección de OpenAI y especulamos sobre sus motivos.
🎙️ En Escalando Agencias hablamos con José Luis Vallejo, Presidente y fundador de Sngular, una consultora tecnológica española con +1.300 empleados.
Estoy aprendiendo cosas de
📚 Estoy leyendo “El comienzo del infinito: Explicaciones que transforman el mundo”, un interesante libro de divulgación científica que conecta aspectos tan distintos como teorías científicas, el futuro de la humanidad o la belleza de las flores.
Mis libros y canales
En “PsychoGrowth I: Hackeando el cerebro de tus compradores” profundizo en cómo podemos usar los sesgos cognitivos y el funcionamiento del cerebro de nuestros usuarios para afectar a su toma de decisión.
En “Futuros Posibles” recopilo los mejores relatos de ciencia ficción que abordan cómo la ciencia y la tecnología van a moldear nuestra sociedad.
En Instagram y Tiktok voy a ir compartiendo videos relacionados con Sobre Crecer. En Twitter lo comparto todo también.
Buenísima reflexión, al final tenemos que darnos cuenta que no podemos contentar a todo el mundo y tenemos que aprender a que nos afecte, Gracias por los contenidos que creas y si alguien se da de baja 1) el se lo pierde y 2) que la verdad hoy sois tanta gente creando contenido bueno que es difícil llegar a todos
Muchas gracias Corti por seguir haciendo cosas!!