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Como decía en mi anterior newsletter, una de las grandes ventajas de perderse es poder encontrarse uno mismo. Y en ese re-encuentro (o primer encuentro real), aprendes mucho de tí y de cómo reenfocar tu forma de surfear esta vida.
En esta edición comparto mis reflexiones sobre cómo enfrentarme de una mejor forma a esta vida. Están basadas en cómo soy yo, en mis circunstancias, y a lo mejor no te aportan nada nuevo ni te sirven de nada. Pero quizás haya algo que te pueda hacer pensar.
1. Encerrarse en uno mismo es meterte en una cárcel por tu propio pie
Encerrarse en uno mismo es la mejor forma de acabar siendo rehén de tus miedos. Esclavo de tus inseguridades.
Y te lo dice una persona que, por carácter introvertido, tiende a tener una vida interior que le anima a encerrarse. A veces, esa misma introversión me hace confiarme en que solo hablando conmigo es como estoy mejor. Pero eso es, básicamente una mentira envenenada.
Encerrarse en uno mismo te lleva a crear tu propio mundo, mucho más complejo y oscuro que el real. Desconectar de la simpleza de la vida y encerrarse en las complicaciones de la mente.
Eso si, tener espacios de pensamiento en soledad también es muy necesario. Ya que permite entenderte mejor, y tomar el control de tu vida. Algunas personas piensan mejor hablando con otras personas y ahí el riesgo está en dejar de tener un mínimo control de lo que piensas y de tu vida.
Lo ideal es encontrar un equilibrio, impulsando aquello que te falta. En mi caso, el reto es salir de mi propia cueva.
Para dejar de estar encerrado en uno mismo también hay que entender con quién abrirse. Encontrar tu gente, “tu tribu”. En mi caso, además de con mi mujer (que también me ha costado abrirme en algunos temas), he descubierto que mi tribu es la gente que emprende, la gente que hace cosas. Gente con la que compartir mis inquietudes es algo natural, que ven el mundo de una forma relativamente similar a la mía, un sitio seguro para perseguir lo que persigo.
Recuerdo cuando empecé a emprender y compartía cierta ansiedad con mis amigos de toda la vida y las respuestas que recibía eran, cuando menos, frustrantes. “Déjalo, no compensa, búscate un curro de verdad…”. Si lo que encuentras al abrirte con los que consideras tuyos no es algo que te aporte, la respuesta no debe ser encerrarse, si no encontrar quiénes son realmente los tuyos.
Desde que he ido conectando con emprendedores, creadores, desde que he entendido esto y he creado proyectos junto con gente con la que quiero estar cerca (como mis socios en todos los proyectos), he empezado a ver algo de luz.
2. Responsabilizar a los demás es la mejor forma de autoengañarse
Y nos pasamos media vida responsabilizando a los demás.
Responsabilizamos a nuestros padres por nuestros traumas de la infancia y cuando llegas a ser padre te das cuenta de que no tienes ni pajolera idea de cómo enfrentarte a la vida. Cómo narices vas a recriminarle a tus padres que no hubieran sabido hacerlo mejor si tu andas mil veces más perdido que ellos.
Responsabilizamos a la sociedad porque “nos vende que todo iba a ser más fácil”, algo que he dicho, y he escuchado mil veces de las nuevas generaciones. La realidad no es que la gente nos venda cosas, porque muchas veces simplemente nos cuentan lo que han vivido o cómo ven ellos el mundo. Es nuestra responsabilidad asumir la realidad, tomar nuestras propias decisiones y luchar por lo que queramos conseguir.
Extreme ownership for the win! Y te quitas gilipolleces de la cabeza.
3. Dejar tus necesidades fuera de la mesa no es hacer foco, es suicidarse
Lo he hecho una y mil veces y lo sigo haciendo, por desgracia, aunque menos. Y sobre todo ahora me pillo a mi mismo haciéndome trampas al solitario.
Hay mil excusas para dejar tus necesidades fuera de la mesa. Siempre hay algo más de trabajo que hacer. Incluso siempre hay algo más en casa que tengas que hacer, un ratito más que puedas estar con tu hijo.
Pero si te descuidas a ti mismo, si descuidas tus momentos de calidad, acabas quemado y todo lo demás parece sobrarte. Es curioso porque lo das todo por tu familia, por tus proyectos y a cambio solo quieres desaparecer y todo ese esfuerzo parece haber perdido sentido.
Y es que no existe construcción válida del mundo alrededor tuyo que no esté cimentada en la construcción de tu propia persona.
Mi buen amigo Miguel lo resumía así de fácil en un video-tweet el otro día y no me voy a enrollar más porque imposible aportar nada que no sea verborrea sobre lo que él comenta.
4. La verdadera North Star es trabajar en uno mismo, crecer cada día a nivel personal
En Growth usamos el concepto de North Star como métrica única que has de mejorar para que mejore tu negocio en el corto, medio y largo plazo. He hablado muchas veces de ella desde la perspectiva de crecimiento en los negocios.
Pero nunca me había dado cuenta, hasta hace relativamente poco tiempo, que cuando superas un umbral de crecimiento de empresa y de crecimiento personal, lo que te queda para crecer ya no es saber más de algo, ya no es mejorar procesos… la palanca que más impacto puede tener en todo lo que hagas es crecer tu como persona.
Al final los negocios y la vida son relaciones con personas y situaciones complejas. Estar preparado para dar lo mejor de tu en todas esas situaciones requiere mucho conocimiento personal, haber aprendido a gestionar tus fantasmas, reposar tus emociones, cuidarte… Sin todo esto, no serás capaz de enfrentarte a cada nueva situación con el mejor resultado posible.
En mi caso, mirando al pasado, veo cuantas equivocaciones y cuantas situaciones he gestionado mal por no haber trabajado lo suficiente en mi mismo. Por no estar preparado para gestionar la incertidumbre de la mejor forma posible o para ser capaz de centrarme en construir equipos, en ayudarles a crecer desde mis aprendizajes y enfrentarnos juntos a las situaciones que nos íbamos encontrando lo más preparados posibles.
Me queda todo por mejorar, pero cuanto mejor preparado estoy yo, mejor preparados están mis equipos, mis proyectos, mi familia… y acabo siendo mejor persona, mejor marido, mejor padre, mejor socio y mejor amigo.
Mis otras cosas
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🎙️ En Escalando Agencias hablamos con el gran Javier Echaleku sobre salud mental de un CEO/emprendedor y sus aprendizajes en el camino
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Estoy aprendiendo cosas de
📚 Estoy escuchando el audiolibro de Pepe Martín (Minimalism Brand) sobre su “Teoría de las Pelotas” donde cuenta cómo es capaz de gestionar un equilibrio en todas las facetas de su vida.
Mis libros y canales
En “PsychoGrowth I: Hackeando el cerebro de tus compradores” profundizo en cómo podemos usar los sesgos cognitivos y el funcionamiento del cerebro de nuestros usuarios para afectar a su toma de decisión.
En “Futuros Posibles” recopilo los mejores relatos de ciencia ficción que abordan cómo la ciencia y la tecnología van a moldear nuestra sociedad.
En Instagram y Tiktok voy a ir compartiendo videos relacionados con Sobre Crecer. En Twitter lo comparto todo también.
4 aprendizajes encontrando el camino de vuelta
Buena reflexión.
Todo con balance, el mundo interior puede ser un espacio en el que perderse sea algo fácil, sumo no creernos todo lo que pensamos, aplica para lo bueno y lo no tanto.
El progreso es de interior hacia exterior, no al reves!